El asunto en la capital de Perú fue bien breve: llegamos de mañana y nos fuimos de noche. De todas maneras, nos alcanzó para dar unas vueltas, viajar gratis en colectivo Metropolitano y conocer “Barranco”, guaú el barrio “bohemio” de Lima. Sí, bueno, se veía bastante bonito, con el día gris y la melancolía artificial de los lugares artificialmente melancólicos. Hicimos poco, vendimos nada y no conseguimos yerba mate. A las pocas horas salimos hacia Trujillo, pero nos hicimos los dormidos y llegamos hasta Ciudad de Dios, donde bajamos para entrar nuevamente hacia la sierra peruana: Cajamarca.
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